martes, 5 de mayo de 2009

No estaba ni Cliford

Hace poco nos referíamos a la ponencia del aciago conferenciante Habermas. Me informan de que, allí, no estuvo ni Cliford.
Merece la pena dedicar unos instantes al análisis ontológico de esta proposición. Quizá más tarde pasemos al lógico.



Análisis ontológico de la proferencia "No estaba ni Cliford"



Supongamos que Cliford es una entidad fenomenológica, es decir, que acontece, que deviene. Suposición, por otra parte, válida como cualquier otra (una conjetura muy respetable).
La esencia de Cliford es precisamente su ausencia. Delimitemos este concepto a eventos. La entidad real y fenoménica de Cliford se debe a la existencia previa a posteriori de un evento al que, por otra parte, él no ha acudido. Y ahora os preguntaréis: ¿quién coño es Cliford? (véase que pongo la pregunta en el lenguaje vernáculo en el cual estáis pensando). Esta pregunta es sencillamente incorrecta y no tiene ningún sentido si la extirpamos del lugar geográfico-vital donde esta expresión se usa: Valladolid. Cliford sólo puede entenderse como un concepto regulativo de la lebenswelt (el mundo de la vida: guateques). Negar la existencia de Clifford seria quitar, por inferencia, sentido a la afirmación primigenia, lo qual supondria negar sentido a este blog. Con lo primero bien me avengo, pero no tanto con lo segundo (para otras trampas sagradas semejantes a esta estudiese en conciencia a Descartes). Eso sí, teniendo en cuenta (siempre hay que tenerlo en cuenta) que este blog no pretende serlo, hágase lo que bien le venga a cada cual en gana.
Al lector ducho en cuestiones ontológicas le habrá bastado ya con las reflexiones anteriores. Es más, pido perdón si en algún momento he explicado determinadas cosas que ya se dan por sabidas y que están de más. Para el no tan versado, adjunto bonita fotografía de gatito tope mono.












Entretenidos en la foto anterior, pazguatos y rozagantes, mantengamos un diálogo usted, estimado lector, y yo. Un diálogo (di-a-logos) de hombre a hombre, o de violetera a violetera si se prefiere, sobre las cuestiones puramente lógicas.





Análisis lógico de la proferencia "No estaba ni Cliford"



Clifford es, como mínimo, un sentido del concepto mismo. El problema con el cual nos topamos es, lógicamente, un abismo ontológico trasladado a la problemática desentrañación lógica del verdadero sentido de lo que no lo tiene. ¿Es Clifford un personaje de ficción? Y, de ser así, ¿Un personaje de ficción tiene, acaso, referente? La propedéutica transmigracional de los sentidos secretos inferidos escondidos en este birlibirloque lingüero se manifiesta claramente al análisis pormenorizado de los qualia. Fragmentemos en unidades atómicas la proposición: No: advervio de negacion ("nanai de la china"),estaba: parecido a ser pero no exactamente, digamos que es como ser en un tiempo y un espacio (conferencia de Habermass-dia 5 de mayo), ni: véase "Los caballeros de la mesa cuadrada" de los Monty Python. Clifford: véase bonita foto de arrebolado cirro.



Ahora sí, sentido y referente se unen en amorosa comunión. Amén.

5 comentarios:

  1. si, ya, pero... ¿ Cliford estaba o no estaba?
    pepito

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  2. Hay que buscar cliford en google y vereis varisa entradas dle gran perro rojo llamado cliford y algunos usan la frase con el perro rojo llamado Cliford asi que si Cliford es un personaje de ficcion. Un perro gigante que te sigue a todos lados de ahi puede venir la "gracia " de decir aqui no hay ni cliford, no esta ni cliford o aqui no viene ni cliford

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  3. Esto lo invente yo por un balon de baloncesto que tenia. Fdo: Un vallisoletano

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  4. tu quien cojones es cliford?

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